domingo, 16 de mayo de 2010

Rompamos el círculo de la especulación!

La crisis que de repente se nos ha venido encima, la de la deuda pública y las amenazas de quiebra de Estados enteros (incluido el nuestro) es una demostración práctica de que, no sólo en España sino a nivel global (a pocos salvaría), el momento del relevo generacional en el poder político y, sobre todo, económico, ha llegado. Está claro que de las anunciadas medidas para "refundar el capitalismo", no queda más que la foto que se hicieron al anunciarlas en la tan cacareada reunión del G-20 a la que Zapatero consiguió que le invitaran (ojo, íbamos allí a dar ejemplo de buen gobierno económico...!!!). Es decir, que no se ha ido directamente contra los especuladores, bien porque se les tiene miedo o bien (y me temo que es lo más probable) porque son los especuladores los que controlan el poder.

¿El resultado? Los especuladores, causantes de la quiebra de muchos bancos y el rescate multimillonario de casi todos (incluyendo nuestras cajas de ahorro, por mucho que maquillen sus balances) vuelven a la carga, y lo hacen atacando mucho más arriba: Los objetivos son ahora Estados enteros, a través de su punto flaco, la deuda pública. Y de nuevo, igual que hicieron cuando comercializaron productos derivados de hipotecas subprime, que a fuerza de dividirse, revenderse y empaquetarse se disfrazaron de tal manera que el mercado se tragó el anzuelo, lo hacen ahora con productos derivados (las famosas CDS, 'credit default swaps') que sencillamente deberían estar prohibidos. Todos sabemos que el mercado se ha convertido en una especie de casino global en el que unos cuantos inversores multimillonarios y los fondos de inversión que administran (mucho más multimillonarios aún) se  dedican a ganar miles de millones de dólares en nuestras narices, millones de dólares que salen de los bolsillos de cada uno de nosotros vía impuestos.

Hace un año todavía tenía la esperanza, oyendo a Obama, a Gordon Brown, a Sarkozy, incluso a Zapatero, de que realmente habían dado un puñetazo encima de la mesa e iban a pasar a la acción. No ha sido así, con lo que creo que la hora de la catarsis ha llegado. Nadie está hablando de anarquía, ni de comunismo, ni de economía planificada. Estamos hablando de que las reglas del juego no pueden permitir que cualquiera entre en nuestra casa, nos estafe, nos vacíe la cartera y encima le debamos dinero. Hay unas cuantas cosas que necesitamos urgentemente para poder hacer frente a los desafíos globales que se nos vienen encima:

a) Establecimiento de reglas del juego económico globales. Acabar con los paraísos fiscales, si hace falta por la fuerza.

b) Limitar la capacidad de los mercados para trabajar con productos derivados. Reorientar los mercados a la compraventa de acciones, basadas en la economía real, que es como siempre han funcionado bien y es para lo que fueron creados.

c) Establecer de una puñetera vez la Tasa Tobin que grave los intercambios de capital y destinarla íntegramente a ayuda al desarrollo de los países más pobres. Que los especuladores paguen, al menos en parte, las miserias que están contribuyendo a crear.

d) Que los bancos tengan que dedicar una parte sustancial de sus beneficios al establecimiento de fondos que sirvan de paracaídas para entidades financieras con problemas.

e) Que se establezca, vía impuestos, un límite 'de facto' sobre lo que una sola persona o empresa puede ganar.

f) Ya que vivimos en un mundo globalizado y eso no tiene marcha atrás, las normas deben ser comunes. Que se armonicen las politicas económicas a partir de objetivos comunes marcados por la ONU.

Yo creo que el 99% de la población estaría de acuerdo con estas medidas. Sin embargo, si se las proponemos a los gobiernos nos dirán que blablabla, que es muy fácil de decir pero muy difícil de hacer, que si las presiones son muy fuertes... Sandeces! ¿No han invadido o atacado los EE UU medio mundo cuando sus intereses así se lo han aconsejado? Pues los intereses del mundo, incluidos los suyos, aconsejan que acabemos con esto de una puñetera vez y que dediquemos nuestros esfuerzos a hacer este mundo más sostenible antes de que sea demasiado tarde. Por eso creo que ha llegado el momento de exigírselo, alto y claro, a todos y cada uno de los que mandan. Queremos vivr en paz! Si no sois capaces de garantizarlo, echaos a un lado y ceded el poder a quienes, al menos, sí tenemos la voluntad de hacerlo.

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