martes, 2 de noviembre de 2010

10 consejos útiles para gestionar una empresa en tiempos de crisis

No es una receta milagrosa, pero todos ellos funcionan. Muchas empresas intentan afrontar la crisis tirando exclusivamente de recorte de gastos, cuando hay muchas más cosas que se deben hacer. No olvidemos que las empresas mejor gestionadas son las que tienen mejores perspectivas de recuperación y de salir fortalecidas de una situación de crisis. Ahí van:


1. Párate a pensar el tiempo que haga falta. Haz un análisis profundo de tu situación, por ejemplo un análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) si nunca has hecho uno. Diseña una estrategia, piensa hasta dónde quieres llegar y cuál es el camino para hacerlo. Define objetivos en todas las áreas de tu empresa, no sólo económicos. Pide ayuda profesional si la necesitas, pero ser un buen estratega es vital en estos momentos para cualquier negocio, sea cual sea su tamaño.


2. Asegura tus fuentes de financiación. Es cierto que los bancos no conceden crédito... ¿O no? Depende de muchos factores. Ahora no es el momento de aventuras, sino de consolidar una buena relación con el director del banco con el que trabajemos. Analiza si necesitas trabajar con varios bancos o reduciendo el número puedes ofrecerles a los que queden un bocado más apetitoso. Deja que te conozcan, dales información sobre tus previsiones y la evolución de tu negocio.


3. Trabaja en equipo. Ahora más que nunca, debes darte cuenta de que las ideas de las personas que trabajan en tu empresa son tan importantes y valiosas como las tuyas. Dales voz y hazles partícipes de tus planes. Pide su ayuda a la hora de diseñar el futuro de la empresa. Escúchales: ellos saben más que tú del trabajo que cada uno realiza.


4. Comunica, comunica, comunica. Mejor que te pases que que te quedes corto. Sé transparente, tanto con tus clientes y proveedores como con tus empleados. Crea canales de comunicación donde no los haya, reúnete periódicamente con ellos, diles que estás esperando sus críticas y sugerencias y después pon en práctica las más viables. No te pongas a la defensiva: saber escuchar y no creernos en posesión de la verdad es tan importante como saber expresar bien lo que queremos decir. 


5. Redefine tu oferta de productos o servicios. Se acabó el tiempo en el que un mismo producto valía para todo el mundo. Estudia quiénes son tus potenciales clientes y concéntrate en ellos. Si tu oferta es muy generalista, conviértela en una oferta con productos diferenciados para cada tipo de cliente. Mejor que vendas 100 productos para 100 perfiles diferentes que un sólo producto que vale para todos. El cliente quiere ver que te has preocupado en conocer sus necesidades.


6. No hagas ofertas sin ton ni son. Bajar el precio tiene que tener una causa justificada. Un descuento "porque sí" o "porque nos preocupamos por tu bolsillo" es pan para hoy y hambre para mañana, demuestra que estás desesperado y que recurres a cualquier cosa por vender. Las ofertas deben ser por tiempo limitado. Si tienes muchos productos diferentes, podrás ir rotando los que tienes en promoción. Una bajada de precios indefinida hace que el cliente se pregunte por qué antes le cobrabas más por lo mismo.


7. Sal a buscar a tus clientes. Todos queremos vender más, pero las ventas no se hacen solas, son el resultado de un trabajo previo de prospección, promoción y negociación. Piensa dónde están tus posibles clientes y ve a buscarlos allí. Fija objetivos no sólo económicos, sino relativos al trabajo comercial diario: Nº de clientes que hay que contactar, zonas o segmentos a cubrir, objetivos de las acciones de marketing, objetivos de mejora interna...


8. Da ejemplo. No puedes plantear un recorte de plantilla o una bajada de sueldos, o pedir más esfuerzo a los trabajadores y a la semana siguiente comprarte un coche nuevo más caro que el anterior. Si pides austeridad, empieza por ser austero tú mismo. Tu personal se va a fijar mucho más en lo que tú hagas que en lo que tú digas. Se coherente con lo que dices. 


9. Tira muchos cohetes, hazte ver. Haz una campaña cuando tengas algo que anunciar. Si no lo tienes. créalo. No seas mojigato con la forma en la que te promocionas. La imagen corporativa es más importante que nunca, cuídala al máximo. Cuidado! No tires el dinero en publicidad inútil. Medita muy bien antes de hacer una campaña qué es lo que vas a anunciar y a qué público lo diriges.


10. Usa la Red. Socializa tu negocio. No descuides ni tu presencia ni tu reputación en internet. Mantén tu web actualizada. Regala información en ella para habituar a tus clientes a usarla. Utilízala para ahorrar dinero en comunicación o en gestión de pedidos. Crea contenido útil y cúelgalo en un blog, en Facebook o LinkedIn. Interactúa, deja que la gente te pregunte y respóndeles. Usa las herramientas publicitarias de esas redes, son mucho más baratas que la publicidad convencional y mucho más eficaces.