domingo, 2 de junio de 2013

El marketing no es cosa de trucos

Muchas veces nos quejamos del componente peyorativo que la palabra "marketing" tiene para mucha gente. Se dice "Eso es todo marketing" identificándolo con una forma de engaño. Hasta cierto punto es comprensible. El problema viene, en mi opinión, cuando los propios técnicos o responsables de marketing asumen esa identificación.

Son legión los libros, artículos y blogs que hablan de trucos de marketing. No se a vosotros, pero a mí leer "trucos" y "marketing" en la misma frase me pone los pelos de punta.

Asumir que hay "trucos" es asumir que el marketing tiene parte de mentira. Y es, al mismo tiempo usar un reduccionismo absurdo sobre algo tan complejo como el cerebro del potencial cliente o consumidor.

Leyendo manuales y escuchando a gurús de la cosa te das cuenta de la excesiva tendencia a simplificar. Decimos que el 90% de las decisiones de compra son irracionales, y acto seguido resumimos en 4 conceptos, la mayoría abstractos,  las claves para conseguir que un cliente compre, como si lo irracional no tuviera secretos para nosotros. Y tan frescos, oiga.
Hay tantísimas leyendas urbanas, informaciones no contrastadas, estudios sesgados o directamente mal hechos, que antes de lanzarse a aplicar reglas inmutables convendría investigar un poco para saber si en realidad son tan inmutables.

Obviamente, las agencias y profesionales del asunto tienen que empezar por venderse correctamente a sí mismos, algo que muchos no hacen (otros sí, y muy bien, ojo). Y si hablamos del marketing online, es para echarse a llorar: Promesas que se sabe que no.podrán cumplirse, más propias de una política de "toma el dinero y corre" que de una voluntad de construir relaciones duraderas con esos clientes que pretenden captar.



A ver: No hay trucos infalibles en el marketing. Ninguno. Si así fuera, los consumidores serían zombis sin voluntad, gobernados por las agencias y las empresas. Y aunque a veces lo parece, eso dista mucho de la realidad, afortunadamente.

Utilizar trucos no es más que buscar atajos para no hacer las cosas bien, empezando por estudiar a tu cliente y al target al que se dirige. Y aún así, es un camino arduo hasta dar con el tipo de mensaje al que el cliente es más receptivo.

Todo el mundo nos habla de sus casos de éxito...pero nadie del porcentaje de campañas fallidas o de técnicas que en realidad no han incrementado ni un euro las ventas de su cliente (y sí vaciado sus bolsillos). Y son más, os, aseguro que los fracasos en marketing son muchos más que los éxitos.

Últimamente hablamos mucho de marketing sensorial, de neuromarketing...Sin poner en duda la utilidad de estas técnicas, tampoco hay que dejarse llevar por el entusiasmo de lo nuevo. Mi consejo: Antes de aplicar nada documéntate bien, busca estudios de instituciones serias que aseguren que lo que quieres hacer realmente funciona y, si decides hacerlo, debe ser coherente con el plan de marketing de la empresa y con los valores que se quieren transmitir. Ponerse a trabajar para incrementar las ventas sin hacer un trabajo serio de definición de esos valores no es más que poner el carro delante de los bueyes.