jueves, 9 de octubre de 2008

Acerca del pensamiento crítico

La Historia es cíclica. A cada etapa de paz le sucede una de guerras, a cada tiempo de prosperidad le sucede uno de convulsiones y oscuridad, y así sucesivamente...
¿Hacia dónde nos encaminamos? ¿Es coherente pensar que puede volver un 'periodo oscuro' en la era de la sociedad de la información y la globalización?
Creo que hay señales de alarma de que algo asi puede llegar a ocurrir. Una de ellas es el progresivo arrinconamiento del pensamiento crítico y metodológico en beneficio del pensamiento "mágico" y fabulador. Basta con creer en algo para que ese "algo" (sean OVNIs, fantasmas, seres extradimensionales...) se convierta en una verdad intocable y cualquier intento por abordarlo desde una perspectiva crítica y racional (enumerando hipótesis y viendo si la observación las confirma o las descarta) se convierte en un "ataque intolerable" de la ciencia llamada "oficial".
La arqueología nos enseña que el hombre, prácticamente desde que ha tenido conciencia de sí mismo, ha sentido el vértigo ante la muerte y la necesidad de consuelo espiritual ante la misma, de trascendencia más allá. La sucesión de hechos en apariencia inexplicables (el día y la noche, el movimiento de las estrellas, los fenómenos atmosféricos, etc) hizo que se empezaran a atribuir las causas de esos fenómenos a "entidades superiores", que con el tiempo dieron lugar a los dioses. Y con ellos llegó la magia. Los dioses no sólo eran los creadores o los responsables del movimiento del mundo, sino que interactuaban con el ser humano, respondiendo a sus plegarias y otorgándoles favores y peticiones.
Pero la era de tecnología y conocimiento en la que vivimos ha ido arrinconando cada vez más a los dioses y la magia. Cosas que hace uno o dos siglos sólo podían explicarse por la intervención sobrenatural son hoy perfectamente explicables a la luz del conocimiento científico. Estamos llegando a un grado de conocimiento íntimo de la estructura misma de la materia, sabemos cómo funciona la vida a grandes rasgos y podemos curar enfermedades que hace sólo 100 años mataban a todos los que las padecían.
¿Significa eso que no queda sitio para las religiones? Rotundamente no, por supuesto que queda sitio, pero es en el apartado espiritual, ético, moral y de desarrollo personal donde las religiones, la metafísica y la trascendencia juegan su papel.
El problema es que la necesidad de creer en lo sobrenatural es muy fuerte y muy arraigada en el ser humano, y cuando la religión clásica ha dejado de ser creíble (dado su empecinamiento en aferrarse a dogmas y leyes concebidas hace muchos cientos o miles de años), nuevos "dioses" hn venido a sustituir a los antiguos. Cada vez son más los creyentes en pseudorreligiones, sectas y creencias como los extraterrestres, que han venido a colmar las expectativas de trascendencia no satisfechas. Puesto que vivimos en una era tecnológica, los nuevos dioses son tambien tecnológicos, seres superiores que dominan tecnologías muy avanzadas pero que están aquí para cumplir el papel de siempre: velar por el ser humano, cuidar de nosotros, instruirnos o "intervenir" para evitar que el ser humano se autodestruya. La nueva religión es una mezcla de ecologismo (desde mi punto de vista mal interpretado), tecnología, aviso del "fin de los tiempos" o del "primer contacto"... y, como todas las religiones, tiene sus sacerdotes canalizadores del mensaje divino: aquellos a los que los dioses (o los extraterrestres en este caso) hablan directamente.
Los medios de comunicación colaboran activamente a difundir estas nuevas creencias, carentes muchas veces del más mínimo espíritu crítico o escepticismo hacia los contenidos que difunden. Son mayoría los ciudadanos de países occidentales que creen que los OVNIs son artefactos extraterrestes que nos visitan, nos vigilan o incluso nos supervisan. La atracción por el misterio, por lo oculto, por los conocimientos arcanos se hace más poderosa cada vez...
Tomemos como ejemplo el LHC, el nuevo acelerador de partículas del CERN que sustituye al antiguo LEP, en ambos casos las máquinas más potentes jamás construidas. Su puesta en marcha el mes pasado desató una oleada de "miedo al fin del mundo", en este caso porque se dijo que podría llegar a crear un agujero negro artificial que devorara el planeta. Los medios dieron pábulo a las protestas, en muchos casos sin contrastarlas con las opiniones de expertos, alimentando el espectáculo.
¿Y los científicos? ¿Por qué no reaccionan? Muy sencillo: los científicos son cada vez más técnicos y menos didácticos. El CERN, la mayor fábrica europea de ciencia, de donde han surgido desde Internet (que se inventó allí) hasta los escáneres de emisión de positrones (PET) o los aceleradores lineales que se usan en los hospitales para diagnosticar y curar muchos tipos de cáncer y otras enfermedades, es una institución desconocida para la mayor parte de los europeos. El que debería ser el buque insignia de nuestra ciencia y orgullo de todos (puesto que todos lo pagamos con nuestros impuestos) realiza tímidas acciones didácticas. Lo mismo sucede con otros muchos centros de investigación en el mundo. Encerrados en sí mismos, alejados de la sociedad, sintiéndose agredidos por los nuevos apóstoles de la pseudociencia, su reacción no ha sido la que cabría esperar: información máxima, esfuerzo por explicar lo que hacen (ya, la física cuántica es muy complicada, pero no imposible de explicar). Para colmo, muchas asociaciones de escépticos caen en el insulto fácil hacia las creencias de millones de personas, calificándolas de "estupideces", "timos", "tonterías"... No es así como se rebate una afrimación errónea, sino explicando cuál es la línea de pensamiento y el método científico utilizado para descubrir, si no la verdad, al menos un atisbo de ella.
Me considero más crítico que escéptico. En palabras de un investigador (cuyo nombre no recuerdo), "hay que tener la mente abierta, pero no tan abierta como para que se te caiga el cerebro".
Mientras tanto, la involución en el pensamiento, la ausencia de crítica, las "verdades esenciales", cada vez están más presentes en todos los ámbitos, desde la publicidad a la política y, por supuesto, la religión. Monseñor Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal, decía ayer en relación a Educación para la Ciudadanía que el principal problema que tiene la iglesia con esa asignatura es que no pretende enseñarle a los niños que hay una única verdad. Toma ya. Sin despeinarse.
Recomiendo encarecidamente la lectura de la obra del facellido Carl Sagan "El mundo y sus demonios: La ciencia como una luz en la oscuridad", dedicada al análisis crítico de las pseudociencias pero, sobre todo, a enseñar cómo se desarrolla el pensamiento crítico y cómo funciona la ciencia. Para mí, una de las obras más clarificadoras que conozco.

1 comentario:

  1. Caro Alpha,
    Permita-me escrever em português. Vi o teu perfil no site da Recon e confesso que fiquei muito interessado na tua figura, teu corpo, tua atitude. Quando vi que tinha um Blog fiquei curioso e entrei nele. Foi uma grata surpresa pois gostei muito das suas opiniões, sua visão crítica, mesmo não sendo cético, como você mesmo diz. Compartilho com muitas das suas idéias, mesmo vivendo tão longe e num país, creio eu, tão diferente. Continue escrevendo pois já tem um fã aqui do outro lado do Atlântico! Teu Blog já está nos meus favoritos. Meu perfil no Recon é Tatsuo (meu nome japonês) e meu e-mail é: mctatsuo@uol.com.br
    Um grande abraço,
    Marcos

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