lunes, 20 de octubre de 2008

Internet, la globalización y la crisis financiera

No voy a escribir sobre las causas de la crisis, hay muchos expertos económicos escribiendo sobre ello y de forma más técnica y acertada de lo que podría hacerlo yo. Sin embargo, quiero llamar la atención sobre el paralelismo, evidente a mi juicio, entre el avance de internet y las tecnologías de la información y la paulatina eliminación o suavización del control y la regulación de la actividad económica, una de las causas fundamentales de la crisis a juicio de los expertos.
Es curioso ver cómo la crisis ha estallado en un periodo de tiempo asombrosamente breve, dada su gravedad (que ahora empezamos a ver, aunque aún no se siente plenamente sobre la economía real, es decir, nuestros bolsillos). En sólo 6 meses lo que eran "indicios de desaceleración" de la economía se ha convertido en la peor crisis económica de los últimos 70 años, y aún no sabemos dónde está el final... Paralelamente, la velocidad del acceso e intercambio electrónico de información se ha multiplicado en los últimos años, actuando como 'gasolina' para la aceleración económica. Parece que no hemos aprendido nada de la burbuja y posterior crisis de las empresas puntocom que vivimos hace unos años, cuando los portales de internet se compraban y vendían por cantidades astronómicas y los gurús de internet pronosticaban que en 2005 todos haríamos la compra diaria por ese medio, que el comercio tradicional y los modelos clásicos de negocio se habían acabado, etc etc...
Internet ha democratizado el acceso a la información, a costa de reducir su calidad y el grado de confianza que genera (hay mucho 'ruido' en internet y a veces es difícil separar el grano de la paja), pero al mismo tiempo ha facilitado que los intercambios económicos se descontrolaran mucho más fácilmente.
Sin embargo, nadie propone actuar sobre ello. Nos preocupamos mucho de que los contenidos de los medios de comunicación sean veraces, pero en internet cualquiera puede decir cualquier cosa (yo mismo lo estoy haciendo) sin que eso tenga consecuencias. Es un terreno abonado para la estafa y el engaño, y los tímidos intentos de control que se han hecho hasta ahora han sido abrumadoramente criticados como "censura" e "intervencionismo" del estado. Pero el uso de internet también debe ser responsable, y debería haber algún tipo de control que ponga coto a los bulos, difamaciones, rumores y falsedades que podemos leer todos los días, muchas veces procedentes de fuentes "solventes". Esto ha tenido y tiene consecuencias sobre la calidad de la información y, como estamos viendo, sobre la economía.
Por otro lado, los gurús atacan de nuevo. Ahora es la web 2.0 , las redes sociales, la 'blogosfera' la que va a salvarnos del caos. ¿Será cierto, o es otra burbuja que acabará desinflándose? ¿Realmente las redes de contacto social en internet sirven para lo que nos dicen que sirven, o se quedarán en otro aspecto lúdico y de entretenimiento más?
Un ejemplo: SecondLife. Hace tan sólo un par de años era el futuro, una comunidad virtual sin reglas en la que todo el que era "alguien" (empresas y particulares)  se apresuró a entrar. Nos decían que todos acabaríamos con un 'alter ego' virtual que viviría una vida paralela. El sueño dorado de muchos: llegar a ser en la realidad virtual lo que no pueden ser en la vida real. Los gurús del asunto se apresuraron a darle la bienvenida y ahora... ¿quién se acuerda de SecondLife?
Por otro lado, internet ha ayudado más bien poco al desarrollo del pensamiento crítico. El acceso masivo a cualquier tipo de información, sin contrastar fuentes muchas veces, ha dado alas a todo tipo de teorías de la conspiración, desde las clásicas acerca de los OVNIs hasta las más modernas sobre el 11-S y la CIA (¿Realmente los de la CIA son tan listos? Hasta ahora lo que han demostrado es más bien lo contrario..)
Otro ejemplo: En muchos foros de ufología, especialmente en Norteamérica y América del Sur se dio mucho crédito a un supuesto mensaje recibido por varios "contactados" por extraterrestres, procedente de una supuesta Federación Galáctica, que decía que el pasado 14 de octubre una nave extraterrestre de enormes dimensiones se dejaría ver durante tres días sobre el hemisferio Sur (aunque el mensaje citaba el nombre de Alabama, que si la geografía no ha cambiado sigue estando en el hemisferio Norte). Por supuesto, no ha sucedido, y espero con avidez el próximo comunicado de la Federación Galáctica para ver qué excusa ponen los extraterrestres para no comparecer a la cita (Profecía: seguro que la crisis financiera tiene algo que ver, ya veréis). Sin embargo, a pesar de este desaire de los OVNIs que iban a venir a salvarnos, los creyentes sencillamente han ignorado el tema y siguen con sus mensajes de luz, amor y paz universal, como si la tal profecía nunca hubiera existido.
En fin, que no es oro todo lo que reluce en internet....

1 comentario:

  1. Olá Alpha,
    Muito bom esse seu comentário sobre a crise mundial e sobre a Internet. Aqui no Brasil a crise também chegou ao mercado financeiro e aos poucos deve também influenciar a nossa vida cotidina. Nesse mundo globalizado não tem como algum país ficar de fora de tudo que acontece, por vezes do outro lado do mundo.
    Quanto a Internet o que me preocupa é como ela influencia a vida dos mais jovens que cada vez mais deixam de ter contato pessoal com outras pessoas e se relacionam virtualmente. Sou de uma geração que viveu parte da juventude sem Internet ou telefones celulares. os meios de comunicação eram os correios e os telefones fixos. Costumávamos mandar cartões de Natal, de aniversários... E hoje?
    Aqui a ufologia também tem seus adeptos porém o que mais assusta é a proliferação de igrejas evangélica que se dizem cristãs, mas que mais parecem seitas de todos os tipos e para todos os públicos que prometem desde a cura para doenças incuráveis até empregos aos desempregados. Não questiono a fé das pessoas, porém questiono como muitas dessas igrejas enganam e conseguem acumular muito dinheiro para seus próprios fundadores explorando a boa fé alheia.
    Enfim suas preocupações são muito pertinentes.
    Abraços,
    Marcos

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