lunes, 5 de septiembre de 2011

Por qué mi opción es el autoempleo.

Mucha gente que conozco se empeña en calificarme de "emprendedor", figura con la que no me identifico en absoluto. Mi opción profesional es el autoempleo, no el emprendimiento. Intentaré explicar la diferencia.

En la mente de un emprendedor siempre hay un proyecto de empresa. No digamos ya en la mente del emprendedor "profesional", figura que cada vez abunda más. Parece que no importa el proyecto en sí, mientras tengas uno o varios. Vamos, que hay emprendedores que montan empresas como quien hace palomitas en el microondas.

Cuidado, que también los hay muy serios, muy formados y con su proyecto y su estrategia muy clara. Lamentablemente, son una minoría. A la gran mayoría de emprendedores parece que alguien les ha hecho creer que con entusiasmo e ilusión se llega a cualquier parte. Quizá por eso el 80% fracasan (no lo digo yo, lo dice el INE)

Yo ya pasé por ahí a los 23 años, y el tortazo fue bastante monumental. No contento con eso, en otras etapas de mi vida profesional me he dejado embarcar (afortunadamente no como socio, sino como trabajador contratado, algo aprendí de la primera experiencia) en proyectos "innovadores" de empresa que han acabado cerrando o devorados por la crisis. Y no porque fueran malas ideas, sino porque no estaban bien gestionadas, especialmente en el talón de Aquiles de los emprendedores: la gestión económica.

Por eso cada vez estoy más convencido de que mi apuesta de trabajar de forma independiente es la mejor para mí, y desde luego creo que sería una opción de futuro muy interesante para mucha gente. Enumero la lista de ventajas:


  • Independencia total a la hora de tomar decisiones.
  • Organización del trabajo según mis necesidades y mi conveniencia personal.
  • Mejor gestión de mi tiempo libre (yo decido cuánto y cúando).
  • Transparencia financiera: Mi negociación es directa con mis clientes. Yo conozco el estado de mis cuentas y no dependo de terceros para que una nómina llegue a tiempo o no. Yo gestiono mis propias líneas de financiación en los bancos para disponer de liquidez.
  • Networking: Yo decido con quién quiero colaborar, o si me interesa sumarme a un proyecto de otro, y escojo a los profesionales con los que quiero tener relación o cooperación.
  • Precio: Eliminando estructura, puedo ofrecer un precio muy competitivo al cliente a igualdad de servicio, sin que mis ingresos netos se resientan por ello.
  • Cercanía: Al trabajar con un número reducido de clientes (una persona en solitario no puede abarcar mucho) el cliente percibe que estás mucho más pendiente de él.
Por supuesto que también hay inconvenientes, derivados principalmente de la falta de seguridad que supone el trabajo autónomo, aunque en los tiempos que corren...¿hay alguien que considere seguro su empleo?




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