miércoles, 19 de noviembre de 2008

Los "científicos" disidentes

La pseudociencia ataca incluso dentro de la propia comunidad científica. Siempre que se hace un descubrimiento importante, hay alguien dentro de la comunidad científica que, utilizando la vieja falacia lógica del argumento de autoridad (Lo que yo digo es verdad porque soy una autoridad en la materia y sé mucho de esto) saltan a los medios de comunicación afirmando que existe algún tipo de conspiración a escala planetaria por la que los malvados científicos "oficiales" quieren engañarnos a todos.
¿Hay conspiraciones o no? Yo creo que sí, pero muchas menos de las que nos quieren hacer creer que hay. Creo que las películas de espías en las que se nos presenta una CIA todopoderosa que nos controla a todos y que dispone de tecnologías ultrasecretas, o esas otras en las que malvados científicos ocultan sus descubrimientos para controlar el mundo no son más que eso, películas, pero veo que existe una peligrosa tendencia a creerse lo que se afirma en esas pelis. Quizá porque los efectos especiales han alcanzado tal nivel de desarrollo que es fácil creerse lo increíble. Si hay que buscar consipraciones, busquémoslas en lo económico, en el tráfico de drogas, en la corrupción política y la especulación.
Baste como ejemplo la actuación de los todopoderosos Estados Unidos en las dos últimas guerras en las que se metió:  Vietnam e Irak. En ambos casos la presencia de miles de soldados y de lo más avanzado en armamento no ha sido suficiente para ganar esas guerras, hasta el punto de tener que pactar una salida humillante en Vietnam y estar a punto de hacer lo mismo en Irak, incluso después de arrasar ambos países no han logrado hacerse con el control completo de la situación. Y no digamos si hablamos de Bin Laden: la todopoderosa tecnología americana no ha sido capaz de dar con un tío rodeado de un grupo de guerrilleros escondidos en unas montañas que conocen como la palma de su mano. Claro, los conspiranoicos dirán que en realidad Bin Laden es un agente de la CIA y que todo el tema del 11-S es una patraña montada por la CIA para imponer un sistema de control de la sociedad más estricto. Pero se olvidan de que, en ese caso, el sistema no ha funcionado. Además, ¿alguien se cree que los agentes de la CIA no son seres humanos? Si realmente estuvieran detrás del 11-S, ¿cuántos agentes habrían participado en el operativo? ¿cientos? ¿miles? ¿y NINGUNO de ellos estuvo tentado de avisar a sus conocidos o familiares en Nueva York?...
Sin embargo, creo que hay dos ejemplos mucho más sangrantes, y me atrevo a afirmar que potencialmente criminales: La negación del cambio climático (abanderada por nuestro ex-líder supremo Aznar) y la afirmación por parte de algunos científicos de que el VIH no existe, y si existe, no es la causa del sida.
A esta gente las pruebas le dan igual. Que en ambos casos haya un consenso prácticamente unánime en la comunidad científica sólo les sirve para presentarse como "víctimas del sistema", y conseguir aún más notoriedad y, por supuesto, dinero. Escribir libros diciendo que el sida no existe es una lucrativa fuente de ingresos, así como ser invitados a programas de televisión, debates y conferencias....En definitiva, que es una forma de encontrar el éxito y el reconocimiento social que no han sido capaces de encontrar por la vía del trabajo y el esfuerzo.
Tanto el cambio climático como la pandemia del sida han sido reconocidos por la ONU y la comunidad científica como dos hechos potencialmente catastróficos en un futuro no lejano. Ambos tienen su origen en el grado de desarrollo de nuestra sociedad. En el caso del cambio climático, debido al dramático incremento de las emisiones de CO2 procedentes de la actividad industrial, el transporte y la generación de energía, y en el caso del sida debido a la globalización, la facilidad para viajar y la pobreza en la que hemos sumido al continente africano, origen de la enfermedad a principios del siglo XX.
En el caso de los negacionistas del cambio climático su interés está claro: las grandes empresas generadoras de CO2 están muy interesadas en que esas opiniones se difundan para seguir generándolo tranquilamente. El caso del sida es muy diferente y, quizá por mi implicación personal en ello, más indignante. Los apóstoles del negacionismo del VIH sólo buscan su beneficio económico personal, aun a costa del sufrimiento y la muerte de la gente con VIH que, fiándose de sus teorías, decida abandonar los tratamientos.
El VIH es el más conocido, investigado, fotografiado y analizado de todos los virus. Sabemos mucho sobre él, aunque todavía, después de 30 años, no sabemos lo suficiente como para acabar con él. Disponemos de tratamientos que permiten ralentizar el avance de la infección y tenemos fundadas esperanzas de que esos tratamientos serán aún más eficaces en el futuro. Hay cientos de grupos de investigación, financiados por laboratorios farmacéuticos pero también por gobiernos y ONGs, trabajando duramente para encontrar un remedio. Hemos conseguido que la mayoría de gente infectada en el primer mundo (otro día hablaré de África y el comportamiento pseudocriminal de los laboratorios farmacéuticos) no se muera de sida, al menos en los 20 años que hace que existen tratamientos. Las evidencias son abrumadoras, pero hay dos corrientes negacionistas muy activas.
Una de ellas, liderada por el "grupo de Perth" (un grupo de médicos de un hospital australiano), niega la existencia misma del virus. ¿Que los test son capaces de identificarlo? Entonces los test están equivocados. ¿Que hay fotografías? O están trucadas o lo que muestran no es el VIH. ¿Que podemos identificar el ARN vírico en la sangre? Sí, pero ese ARN lo tenemos todos en nuestras células y es inocuo...
La otra corriente sí acepta la existencia del VIH, pero niega que sea la causa del sida.
En ambos casos, según ellos, la causa principal del sida sería el estrés oxidativo que sufren las células por culpa de la ansiedad, el estrés, el consumo de drogas, la mala alimentación o, incluso, los propios tratamientos antirretrovirales.
Sin embargo, todavía no he visto que esos grupos de "investigadores" hayan presentado ni un sólo caso de curación o de ralentización de la enfermedad tomando, por ejemplo, antioxidantes. Los pocos estudios que han presentado son sesgados y basados en teorías obsoletas que ya no están vigentes. No voy a entrar en complejas descripciones de biología molecular (internet está lleno de recursos para los interesados en el tema), pero muchos de los argumentos se desmontan por pura lógica. Vaya un ejemplo de muestra:
El grupo de Perth (formado por médicos sin especialización en inmunología y liderados por una experta en física médica -los que investigan en radioterapia-), afirma que el ARN que identificamos como vírico está en realidad integrado en el ARN celular de un porcentaje de la población. dicho ARN estaría allí procedente de infecciones pasadas de virus inocuos que han acabado integrándose en el ADN celular. Dichos genes serían transcritos en moléculas de ARN sin actividad pero que pueden ser detectadas a través de los test de VIH, dando la impresión de que hay un virus donde no lo hay. 
Es cierto que una buena parte del ADN "basura" que contienen nuestras células podría provenir de infecciones víricas de nuestros antepasados, y así se reconoce en numerosos estudios. Sin embargo, si la vía por la que ese ADN (y su correspondiente copia en ARN) está presente en nuestras células es la herencia...¿cómo explicar la seroconversión? ¿cómo se explica que yo me hiciera una prueba de VIH hace 10 años y diera negativo, me hiciera otra dos años más tarde y volviera a dar negativo, y en la fatídica prueba de hace 5 años sí diera positivo, y sigue dando positivo desde entonces? Si en realidad lo que se detecta son fragmentos de código genético viríco integrados en mi ADN, debería estar ahí desde que nací, cosa que no ha sucedido....
Las teorías disidentes sobre el VIH han dado alas a charlatanes de todo tipo que afirman que el sida se puede curar con dieta y todo tipo de teorías pseudocientíficas. El problema es que la ansiedad que te genera el saber que eres VIH+ puede dar pie a que mucha gente se eche en brazos de esos charlatanes que afirman tener el milagro que nadie tiene. Por no decir nada de gobiernos africanos que, como el caso de Sudáfrica, abrazaron esa teoría por puro interés económico: Si el VIH no existe, ¿por qué íbamos a financiar tratamientos? Que la gente coma sano, tome muchas frutas tropicales y haga ejercicio.
Me pregunto si estos señores "investigadores" se han parado a pensar en las muertes que puede causar la difusión contra toda lógica de sus teorías y su mensaje "redentor". Me pregunto cómo de sucias sentirán sus conciencias. Me pregunto por qué no nos dejan en paz. La infección por VIH supone el desafío vital más importante en las vidas de los que lo sufrimos, y desde luego no estamos para jueguecitos absurdos.

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