El blog de Javi Rocamora
Blog sobre marketing on y offline. A veces información, a veces opinión, a veces se me va la olla.
lunes, 9 de junio de 2014
Mudanza de blog
domingo, 2 de junio de 2013
El marketing no es cosa de trucos
jueves, 16 de mayo de 2013
Las 15 reglas inmutables del éxito en Twitter
martes, 14 de mayo de 2013
Inteligencia colectiva. La empresa como ser vivo.
El concepto no es nuevo en absoluto, ha sido imaginado, nombrado y analizado en muchas ocasiones. Es algo tan sencillo como que en un colectivo dado, la inteligencia colectiva es mayor que la suma de las inteligencias de sus miembros.
Si lo pensamos un poco, veremos que las empresas que mejor funcionan son las que han superado las jerarquías para dotar a sus trabajadores de la posibilidad de pensar por sí mismos y hacer que esto redunde en beneficio de toda la compañía.
Muchos escritores de ciencia ficción han imaginado sociedades que funcionaban como "mentes colmena" en las que el individualismo se sacrificaba en función de las necesidades colectivas. Yo no creo que haya que matar la libertad individual, ni mucho menos, ya que la chispa de la innovación surge siempre en un cerebro concreto. Lo que sí creo que hay que liquidar es el individualismo basado en "líderes" a los que hay que seguir y obedecer ciegamente porque son "mejores", que los demás.
Nadie dura para siempre en una empresa. Si creamos un sistema dependiente de personas concretas, lo que hacemos es estimular a los demás a convertirse en abejas obreras que siguen a su reina. No es esa la idea, por la sencilla razón de que cuando esa persona no esté, no habrá nadie dentro de la empresa para sustituirle. Creo que cambiar el "yo" por el "nosotros" es mucho mejor para asegurar que una empresa pueda tener futuro a largo plazo.
Veamos la empresa como un ser vivo en el que cada órgano tiene su función pero ninguno puede trabajar sin los demás. Una empresa de este tipo necesita dotarse de un sistema nervioso y una memoria que funcionen de forma autónoma. En nuestro cuerpo el cerebro manda, pero por mucho que queramos no podemos ordenar a nuestro corazón que deje de latir o a nuestros riñones que dejen de funcionar. Estamos dotados de un sistema autónomo que no necesita de órdenes conscientes para reaccionar de forma refleja ante un estímulo o una situación de peligro. Si algo tan terriblemente complejo como un ser vivo puede funcionar solo, una empresa también puede.
¿Qué necesita una empresa para funcionar así?
- Un sistema de información eficiente, que haga de sistema nervioso, en el que cada uno tenga acceso a la información que necesita cuando la necesita.
- Una red de captación de estímulos, en el que internet juega un papel fundamental, pero no único.
- Una memoria colectiva, donde la información quede almacenada y categorizada para facilitar su acceso rápido.
- Un cerebro que dirija la orquesta cuando sea necesario tomar una decisión, y que tenga una buena capacidad de análisis y procesamiento de la información.
- Una personalidad propia. Al igual que nosotros nos miramos al espejo y nos reconocemos inmediatamente a pesar de tener los mismos órganos que cualquier otro ser humano, una empresa necesita de rasgos distintivos que sirvan para reconocerla de las demás.
Si os fijáis, muchas empresas ya tienen todos estos sistemas, pero no les dejan funcionar con autonomía. Es como si tuviéramos que estar continuamente pensando en cómo respirar o en cómo hacer la digestión. El problema es, de nuevo, la individualidad, la jerarquía, el absurdo abuso del "yo" frente al nosotros.
Hay una enorme responsabilidad directiva en que esto sea así. Si pensamos en nuestros empleados como números y les negamos autonomía, no podemos pretender que luego sean productivos, porque nosotros no les dejamos.
sábado, 11 de mayo de 2013
Nuestra empresa está en las redes sociales. Qué guays somos.
sábado, 16 de marzo de 2013
Pánico a la innovación
Aún inmersos en la peor crisis en 50 años, las empresas españolas siguen instaladas en la ancestral filosofía del "que inventen ellos". Ni siquiera la urgente necesidad económica ha conseguido sacar del inmovilismo a nuestros anquilosados directivos, cuya única reacción ha sido bajar precios.
Hay muchas empresas que viven creyendo que innovan cuando no lo hacen. Cambiar el empaquetado, retocar un producto o hacer pequeños ajustes NO es innovación. El innovador es el que se sale del carril para explorar un camino nuevo.
Cuando hablas con directivos siempre te salen con los mismos argumentos: que innovar es caro, que no tienen recursos, que los clientes no lo piden...
De una vez por todas: Innovar no es caro. Es la única manera de distinguirse de la competencia, más aún en una situación en la que la lucha por conseguir y mantener un cliente es feroz. Muchas empresas están literalmente tirando enormes cantidades de dinero en publicidad de productos que el cliente ya no quiere comprar.
El ciclo de vida de un producto, algo que se estudia en 1° de marketing, parece que se les ha olvidado. Cuando eres único en algo disfrutas de un período de gloria en el que, si aciertas, literalmente te comes el mercado, sencillamente porque nadie hace lo mismo que tú. Después llegarán los demás a copiarte e intentar hacer lo mismo más barato. Si en ese momento te duermes en los laureles ya estas muerto, aunque quizá aún no lo sepas.
La innovación no es cosa de 4 mentes pensantes metidas en un laboratorio. Se trata de una auténtica cultura de empresa, partiendo de la base de que a cualquiera dentro de una organización se le puede ocurrir una idea brillante, ocupe el puesto que ocupe. La mayoría de las veces, innovar consiste en escuchar a tu equipo y en tener canales de comunicación para que ese conocimiento no se pierda.
¿Cuántos emprendedores proceden de empresas que no han sabido establecer esos canales internos? La mayoría. Resulta triste que, si estás en una empresa que cuenta con recursos para ello, tengas que marcharte fuera y empezar de cero para poder desarrollar una idea, bien porque nadie te hace caso o simplemente porque no tienes forma de hacer llegar esa idea a los niveles altos.
Por otro lado, se tiende a creer que la innovación se produce, sobre todo, en producto. Otra vez nos olvidamos del ABC del marketing: se puede innovar en cada una de las 4 "P" (product, price, place, promotion) a las que yo añadiría dos más: procesos y personas.
Tenemos muchos ejemplos: Inditex está donde está por su capacidad de innovación en procesos y puntos de venta, ya que la moda es un sector innovador por naturaleza en productos y por ahí no podían diferenciarse de los demás. Y que nadie olvide que Amancio Ortega no es ningún genio, es más, su gran mérito ha sido reconocer el talento e incorporarlo a su negocio.
Lo que nos encontramos en buena parte de las empresas, pymes y grandes, es empresarios paralizados por el terror a la crisis, esperando a que pase el temporal pero sin moverse un milímetro de su posición, lamentando su mala suerte y cagándose en la madre que parió a la competencia desleal, incapaces de dar un golpe de timón y buscar la manera de sorprender al mercado. Y luego todavía presumen de que nadie conoce el mercado mejor que ellos.
domingo, 24 de febrero de 2013
Cómo crear una estrategia de contenidos
Es el gran problema para muchas empresas y, en buena medida, el motivo principal por el que no se atreven a dar el paso de entrar en las redes sociales: Qué decir en ellas que sea interesante para el potencial seguidor y, al mismo tiempo, que sirva para convertirlo en un lead o potencial cliente.
El primer desafío es aproximarse a los social media de forma organizada y con una visión estratégica clara. Antes de crear ningún perfil ni darle a ninguna tecla hay que pensar y planificar. En lugar de centrarnos en el contenido en primer lugar, una buena estrategia debe definir bien los dos extremos del proceso de comunicación: emisor y receptor.
Vale, pensaréis, eso es fácil. El emisor es mi empresa o marca y el receptor el potencial cliente... y os estaréis equivocando. La cosa no es tan sencilla. Veamos algunos pasos básicos que hay que definir:
1. "Mi empresa" no puede ser una entidad abstracta. Tu empresa o marca necesitan dotarse de una personalidad distintiva e inequívoca. Para eso, empieza a pensar en qué valores quieres transmitir en tu mensaje y, por favor, que sean concretos y reales:
● Concretos: No sirve con decir "en esta empresa creemos en la calidad, el compromiso y la agilidad". Es necesario trabajar con tu equipo cada valor, especificando claramente qué significa y cómo lo vamos a incorporar al trabajo del día a día.
● Reales: Los valores son una guía de comportamiento para la empresa, sus empleados y sus jefes. Si vendemos una cosa y luego hacemos lo contrario (por desgracia algo demasiado común) lo que estamos haciendo es engañar a la gente. Y cuando lo hacemos en las redes sociales, la reacción adversa y las crisis de reputación no se harán esperar.
Por tanto, esos valores son muy importantes para dotar a tu marca de personalidad y voz propia. A partir de ellos se puede empezar a configurar muchos elementos de marketing tanto offline como online: Imagen de marca, estilo de comunicación, grafismo, diseño de producto, política de precios y ofertas...y por supuesto, él contenido de tus canales social media.
2. "El cliente" es un concepto todavía más abstracto. Es muy difícil saber de qué hablar si no sabes para quién hablas. Por tanto, no caigas en el error de buscar el alcance universal. Analiza el mercado, segmenta y focaliza. Define bien tu target. Si tienes varias líneas de producto, defínelo para cada una de ellas y configura estrategias de contenidos (y por tanto, cuentas en redes sociales) diferentes para cada uno.
Una vez definido el perfil de cliente que buscas, intenta averiguar lo más posible sobre él, sus intereses y tus gustos. Observa, escucha, identifica a sus líderes de opinión y sus creadores de tendencias y síguelos. Hazte una idea clara de qué tipo de mensaje les interesa y tómate el tiempo que haga falta.
Con estos dos elementos clave bien analizados te será más fácil afrontar la parte más compleja: tu plan de contenidos.
● En primer lugar, identifica fuentes de contenidos, tanto externas de las que te puedas hacer eco como internas dentro de tu empresa.
● Fuentes internas: Define qué personas dentro de tu estructura tienen mejores habilidades creativas, de opinión y de redacción. Dales acceso a los conocimientos que necesiten. La idea es que haya varios generadores de contenidos en tu empresa que permitan mantener un ritmo de producción que alimente las necesidades de cada canal.
● Fuentes externas: Busca fuentes de información en la Red o fuera de ella que aporten el contenido que le interesa a tu comunidad y te interesa a ti por su relación con tu actividad o con tus valores. No caigas en el error de repetir las noticias que todo el mundo repite, o al menos no lo hagas sin añadir opinión o comentario. Lo ideal es investigar y encontrar fuentes poco conocidas que permitan a tu audiencia descubrir cosas nuevas. No te conviertas en un loro que repite contenido de otros.
● Sé original. O tienes una voz propia y diferente, o serás uno del montón. Y el montón es MUY grande.
● Adapta el mensaje a cada canal. Aunque te dirijas al mismo perfil, cada red social tiene unos requerimientos específicos en cuanto a lenguaje, extensión y tipo de contenidos. Nunca pierdas tu voz, simplemente adáptala al medio.
● Usa contenido multimedia. No te quedes en Twitter y Facebook. Comparte vídeos en Youtube o Vimeo, usa redes de fotografía como Instagram o Flickr, comparte presentaciones en Slideshare, ten un blog corporativo y fomenta que tus empleados tengan el suyo y lo vinculen al tuyo.
● No te olvides de tu web. Sigue siendo un elemento central de tu presencia online y, si la mantienes actualizada, una fuente de contenidos para tus canales sociales.
● Combina las noticias con información útil y práctica para los usuarios de tus productos. Desde cómo usarlos hasta los usos alternativos que tienen, cómo resolver problemas comunes, cómo sé fabrican...
● Plantéate que tarde o temprano tendrás que usar tus canales sociales también como servicio de atención al cliente. Es bueno que así sea y tus clientes te lo reclamarán. Pero tienes que estar preparado.
● Modifica tu mensaje en función de tus resultados. Prueba diferentes estrategias y monitoriza el alcance y el seguimiento de cada publicación para maximizar tu audiencia. Pero ojo! nunca te olvides de tu target ni de tus valores. Medir es importante, pero no te conviertas en un robot.
En definitiva, no olvides que serán los contenidos que aportes los que hagan atractiva a tu marca en las redes sociales. Ánimo, tienes mucho que ganar!