viernes, 8 de enero de 2010

Decálogo para sentirse culpable.

Una vez han pasado las pasteladas navideñas, el buen rollito, los buenos propósitos para el año nuevo y todo eso, no viene mal que alguien os haga sentir culpables un rato. Asumo esa desagradable tarea hacia mis amigos y comparto con vosotros diez motivos por los que cualquiera debería sentirse culpable. No, no me lo agradezcáis aún, mejor hagámoslos circular a ver si por una remota casualidad alguien se decide a hacer algo. Ahí van:

1. Todos los que os hayáis comprado un piso en los últimos 10 años y estéis pagando una hipoteca sois parcialmente responsables de la crisis.

2. Cada vez que, en estos días de frío, ponemos la calefacción un poco más fuerte en lugar de usar una manta, estamos aumentando las posibilidades de una catástrofe climática global.

3. Todos nuestros aparatos electrónicos, los iPods, iPhones, iMacs o vulgares y proletarios PCs... TODOS han sido fabricados a partir de minerales extraídos por obreros esclavizados africanos prácticamente con sus manos desnudas.

4. Todos pensamos que los políticos son corruptos, pero ¿cuántos de nosotros haríamos lo mismo si nos dejaran o tuviéramos la oportunidad? ¿De verdad que si tuvierais un cargo político y vuestro hermano, cuñada, primo o lo que sea estuviera en paro no haríais nada para colocarle? ¿De verdad que no os pegaríais un día una buena comida a cuenta del presupuesto? Pues eso. Por ahí se empieza.

5. Todos tenemos quejas del comportamiento de los políticos. ¿Cuántos de nosotros nos hemos mirado los programas electorales, los hemos comparado y hemos decidido cuál nos convence más antes de ir a votar?

6. Comprar cosas escandalosamente baratas supone que alguien (normalmente los trabajadores a los que explotan para fabricarlas) está pagando la diferencia por nosotros.

7. Tomarte un Actimel y comer queso light no hace tu vida más saludable.

8. A todos nos conmueven las imágenes de la miseria en otras partes del mundo, e incluso algunos ayudaréis a ONGs o apadrinaréis niños de Bangladesh. Sin embargo, si volvemos un día de marcha y nos encontramos a un yonki chutándose en el portal de casa, no es precisamente compasión lo que sentimos.

9. Ver películas en VO o leer libros en inglés NO nos hace más cultos. Si acaso, más aparentes.

10. Antes de cambiar de banco, ¿cuántos pensamos en qué hacen con el dinero que ganan? Las cajas de ahorro están obligadas por ley a invertir parte de sus ganancias en obra social y cultural. Sin embargo, nos casamos con un banco porque nos regala una cafetera.

Bueno, he aquí algunas de las cosas que me dan que pensar. Espero que a vosotros también :)